jueves, 22 de noviembre de 2012

Sagas que se han ido a la Mierda (I)

En caza gamers inauguramos nueva sección: sagas que se fueron a la mierda. Hablaremos de aquellas sagas que deslumbraron en sus inicios y con el paso del tiempo han ido perdiendo fuerza o desencantado a los jugadores.
Si alguno tenéis una forma más original de nombrar esta sección… ¡Pues es que sois genios! Más de 5 horas pensando en como llamarlo… y después de descartar muchas, me quedo con esta.

Como imagino que por el nombre, no sabréis de qué va esto, os explico. Está claro que las empresas sacan juegos por la sencilla razón de sacar dinero. De eso se trata. Pero para vender dinero, tienen que crear productos interesantes para los consumidores, y eso es lo que nos permite disfrutar de algunas de las joyas tan maravillosas que tantas y tantas horas nos han permitido jugar.

Pero… Pero… Una vez han vendido millones y millones y ¡GRITONES! de unidades, deciden sacar una continuación de la saga… Para ver si sacan aún más pasta. En algunos casos, esto ha permitido que las sagas se renueven y vuelvan mucho mejores (como el gran salto en la saga Assassin’s Creed). Pero en otros casos… El salto ha sido un fracaso absoluto.

Es por ello que dedicaremos esta sección con una periodicidad muy compleja (podemos resumirla en: cuando nos acordemos o podamos hacerla) a sagas que por su afán de convertir un juego en una saga, o alargar la saga, han acabado creando auténticas bazofias.

Asique, para empezar esta sección por todo lo alto vamos a empezar levantando polémica, con una saga que a mi personalmente me parece que ha bajado hasta lo más profundo del infierno (y no solo porque en el juego ocurra…). Si no estais de acuerdo, podeis explicarlo tranquilamente y argumentando. Somos personas, gamers como vosotros y solo queremos dar nuestra opinión. Asique nada de insultos ni cosas así, ¿Ok? HOSTIA PUTA ME CAGO EN TÓ!!

El juego del que quiero hablar hoy es la tercera entrega de GOD OF WAR



Cuando en 2.005 apareció la primera entrega fue una pasada. Se trataba de un juego muy maduro, con una jugabilidad, si bien no del todo innovadora, sí que hay que reconocer que creó escuela y que muchos otros juegos han utilizado su mismo sistema de juego. El motor gráfico de este juego rozaba ya los límites de la PS2, poniendo detalles y texturas en la pantalla hasta ese momento casi nunca vistos. La historia del juego era realmente increíble, poniéndonos desde los primeros cinco minutos de juego en una trama compleja, ambientada en una mitología griega a la que se le habían dado un par de vueltas para hacerla increíblemente sangrienta y brutal (si es que no lo es ya por si sola). La historia estaba llena de vueltas de guion, y que continuamente nos incitaba a resolver el siguiente puzle para ver que más descubríamos de nuestro héroe salvaje y capullo con ganas: Kratos. Cuando llegaban las escenas cinemáticas, era como para quedarse flipando del nivel de la animación. Y al acabar el juego, después de un combate absorbente como pocos, llegábamos a le épica conclusión del juego. No se podía pedir más de ese juego. Salvo una cosa: era muy corto.

Su continuación de 2.009 fue aún mucho más espectacular, mejorando todas las características de su predecesor, incluyendo una duración un poco mayor, pero tampoco mucho.

Y aquí acabó la buena racha de esta historia.

En los siguientes años fuimos siendo bombardeados con juegos para portátiles y móviles (a años luz de los que podemos encontrar hoy en día) que eran bastante buenos (sin llegar a alcanzar a sus hermanos mayores) y nos iban sirviendo de aperitivo para la gran conclusión de la épica historia de Kratos que todos estábamos esperando. Y ésta llegó para PS3 en 2.010.

Al empezar el juego muchos llegamos al borde del colapso con sus primeros minutos de juego. Todo era espectacular (quien puede olvidar la genialidad de la secuencia de arrancarle los ojos a un personaje y verlo en primera persona). La jugabilidad parecía haber mejorado poco, pero al principio no importaba, porque no teníamos desbloqueadas las habilidades. Los gráficos eran una pasada y todo parecía prometer que el juego sería una genialidad. Pero nada más lejos de la realidad.

Ahí quedaba toda la diversión del juego. A partir de ese momento te dabas cuenta de que la saga solo había avanzado en una cosa: sus gráficos. Realmente eran una pasada, con un nivel de detalle que dejaba flipando, alcanzado aún por muy pocos juegos… Pero no tenía nada más que ofrecer. La historia era bastante simple y repetitiva, repitiendo cosas de las entregas anteriores (ahora, como no hay gorgonas para arrancarles la cabeza y usarlas, pues lo haces con un Dios, en lugar de usar otra habilidad). Y lo mismo pasaba en los movimientos y el resto de la jugabilidad. Eran los mismos, pero con gráficos de nueva generación…

Y amigos, si algo nos ha enseñado Minecraft (aparte de que los bichos verdes y feos siempre son peligrosos) es que los gráficos no influyen para nada a la hora de hacer un juego divertido.

Espero que la nueva entrega mejore sustancialmente el error de la anterior… pero francamente, lo dudo…

Recordad: Nada es Verdad. Todo está permitido.
Abradacurcix

2 comentarios:

  1. Estoy completamente de acuerdo con esta crítica. Eso sí, no me arrepiento para nada de haberlo jugado, ya que, como bien dices, se disfruta de unas cinemáticas impresionantes y siempre me he considerado un apasionado de la mitología griega.

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  2. Nunca he podido disfrutar de esta saga al completo (sólo jugué al 1º) Pero veo cual es el fallo. La victoria de la forma sobre la sustancia. Lo mismo que le pasó al Final Fantasy XIII. Una pena.

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